Paul
Keres, el rey sin corona
(
Autor : Javier Cordero Fernández -
© Ajedrez de
ataque )
Paul Petrovich
Keres nació el 7 de Enero de 1916 en Narva (Estonia),
falleció el 5 de Junio de 1975 de un ataque al corazón.
Aprendió el movimiento de las
piezas a los 4 años, viendo partidas que su padre
disputaba con unos amigos. Rápidamente progresó en su
juego y consiguió vencer a su progenitor, a su hermano
mayor y a todos sus compañeros de clase. En esos
primeros años su familia vivía en Parnü, ciudad
modesta donde resultaba muy complicado encontrar libros
de ajedrez. Pero su pasión por el ajedrez estaba muy
por encima de este problema y Keres se dedicó a copiar
a mano cada partida que encontraba, llegando a recopilar
más de 1000.
En 1928 su nombre
empezó a ser conocido al conseguir derrotar al maestro
Vladas Mikenas en unas simultaneas. En 1929, con sólo
13 años, disputó su primer torneo, en Parnü.
En 1931,
debido a la poca actividad ajedrecista de Parnü, Keres
se inscribió en varios torneos postales, su única
forma de poder competir y progresar. Se embarcó en una
actividad frenética, llegando a disputar 150 partidas a
la vez. Keres comentó que el objetivo de jugar estas
partidas era mejorar su repertorio de aperturas. Las
partidas postales permiten calcular infinitas variantes
debido al largo tiempo de reflexión del que se dispone,
este hecho favoreció la creatividad de Keres, que nos
legó verdaderas joyas del ajedrez de ataque con
arriesgados sacrificios de pieza. Podéis ver varias de
estas partidas en el siguiente enlace: Keres
por correspondencia.
Dibujo
de Andrés Guadalupe (Ajedrez con humor)
En 1935 ganó el
Campeonato de Estonia (la primera vez que lo disputaba).
Pero esto no era más que el principio, Keres salía
triunfante en todos los torneos a los que acudía y su
fama crecía sin parar. No sólo sus resultados le
precedían, su estilo de ataque y su agudeza táctica
causaban furor entre aficionados y entendidos.
Keres quería
seguir progresando, por lo que tomó la decisión de
acudir a un gran número de torneos para ir acumulando
experiencia. Su primera aparición a nivel internacional
tuvo lugar en la Olimpiada de Varsovia, representando a
Estonia, donde tuvo una gran actuación. A pesar de su
juventud, logró el 5º mejor resultado en el 1er
tablero (con 12/19). Inmediatamente después volvió a
revalidar su título campeón de Estonia y obtuvo su
primer triunfo en un torneo Internacional, en Bad
Nauheim, empatado con ¡¡Alekhine!! y por delante de
una larga lista de grandes jugadores.
En los siguientes
torneos siguió obteniendo buenos resultados, con su ya
típico juego de ataque, lo que le convirtió en el máximo
aspirante al trono mundial de Alekhine. Keres confirmó
este presentimiento al vencer en el Torneo de Semmering,
desplegando un juego brillante ante rivales como
Capablanca o Reshevsky. Este triunfo le otorgaba el
derecho a ser uno de los jugadores que podían retar al
campeón del mundo (hay que recordar que en aquélla época
el campeón tenía derecho a elegir su rival en función
del dinero y condiciones que éste ofreciese). Además,
el triunfo en Semmering reportó a Keres el título de
Gran Maestro.
Su gran oportunidad llegó en
1938, en el Torneo AVRO. Se estipuló que el
jugador que saliese triunfador del torneo (sin contar a
Alekhine), tendría derecho a disputar el título al
ruso. La nómina de rivales era impresionante, en total
7: Alekhine, Botvinnik, Capablanca, Euwe, Fine, Flohr y
Reshevsky. Este fue el primer torneo de candidatos de la
historia y allí se encontraron los mejores jugadores
del mundo, incluyendo un jovencísimo Mikhail Botvinnik
que ya mostraba un gran potencial.
El torneo
tuvo tanta repercusión que desde Estonia se envió un
corresponsal para cubrir el evento, era la primera vez
que se hacía algo parecido. Keres comenzó flojo, lo
que le situó lejos del líder, Reuben Fine. Pero rápidamente
empezó a mejorar hasta conseguir superar a Fine (a
falta de 3 rondas), en las últimas partidas supo
aguantar la presión y terminó alzándose con un
merecido triunfo. (Ver
Tabla).
La determinación de Keres en
su intento por destronar a Alekhine era enorme, esta
increíble anécdota da buena fe de ello: situémonos en
el año 1940, en plena II Guerra Mundial. Keres se
encontraba en aquel entonces en Tallinn, uno de los
objetivos de los nazis. Un día en el que Keres se
encontraba en su club de ajedrez, comenzaron a sonar las
sirenas que avisaban de un bombardeo nazi. Todo el mundo
corrió hacia el sótano ya que el club estaba en la
planta alta de un edificio del centro... ¿todos?, no,
todos no. Paul se quedó en el club de ajedrez sin ir a
guarecerse. Al finalizar el bombardeo un amigo le
preguntó por su temeraria actitud, Keres contestó:
"Necesito esta sangre fría para mi match con
Alekhine". INCREÍBLE.
Pero la ilusión
de Keres sufrió un duro revés, las condiciones que pedía
Alekkhine para el match eran inaceptables. Se palpaba el
miedo del campeón ante el empuje de la nueva promesa
del ajedrez, algo ya mostrado por Alekhine con
anterioridad. Entretanto, Keres decidió jugar un match
amistoso con Euwe, encuentro que tuvo una gran repercusión
porque ambos jugadores eran considerados los legítimos
retadores de Alekhine. Tras una dura lucha, Keres se alzó
con la victoria por un apretado 7'5-6'5, sabiendo
sorprender a su rival utilizando un estilo tranquilo,
algo extraño en él, unido a una gran preparación en
los finales.
Desgraciadamente jamás pudo alcanzar un acuerdo con
Alekhine debido al estallido de la nefasta II Guerra
Mundial, por lo que no pudo hacer valer sus derechos
conquistados en el torneo AVRO. Todo hacía indicar que
el 'príncipe' Keres iba a tener muy complicado su
ascenso al trono.
Durante los
primeros años de la Guerra, Keres se limitó a competir
dentro los límites de la URSS. Pero nuestro
protagonista ya no era el mismo, la guerra le había
marcado profundamente y su nivel de juego era claramente
inferior, habiendo perdido por el camino parte de su
ambición de ser campeón del mundo. Entre una serie de
resultados mediocres, logró el triunfo en el Campeonato
de Estonia sin ceder ni un punto: 15/15!!, mostrando un
juego digno de un 'REY'. En 1942 realizó una gira por
Europa participando en diferentes torneos.
La historia de
Keres podía haber sido mucho más corta y trágica, ya
que en un lamentable episodio se encontró a las puertas
de la muerte. Después de que Estonia fuese anexionada a
la URSS, Keres fue condenado a muerte, como muchos otros
de sus compatriotas. Esta condena fue finalmente
derogada porque Mikail Botvinnik intercedió por él
ante el mismísimo Lenin y la pena le fue conmutada.
Esta experiencia fue muy dura y difícil de superar para
Keres, un lastre que se sumó a una espalda que se
quebraba por el peso de las penalidades.
En 1948 llegó
otra gran oportunidad para Keres, tras la muerte de
Alekhine se decidió organizar un torneo que serviría
para determinar el nuevo campeón del mundo. Sólo cinco
fueron los elegidos para acudir a Deen Haag: Keres,
Smyslov, Botvinnik, Reshevsky y Euwe. En esta ocasión
surgió una nueva figura del ajedrez: Mikhail Botvinnik,
que dominó el torneo de principio a fin y se coronó
como nuevo patriarca del ajedrez. Keres tuvo una actuación
bastante discreta, ocupando el 3er-4º puesto.
Keres perseveró
y siguió intentándolo, pero volvió a fallar en los
torneos de candidatos de 1950 y 1953. En 1955 regresó a
la arena con renovadas fuerzas, dispuesto a pelear por
ser aspirante al título mundial. Logró el 2º puesto
en el Interzonal, lo que le dio una plaza para el Torneo
de Candidatos de Amsterdam. Al año siguiente se disputó
dicho torneo y Keres fue líder durante varias rondas,
pero un flojo final le relegó a la 2ª posición. Este
resultado se repetiría en los torneos de candidatos de
1959 y 1962 (en este caso a sólo 0'5 ptos del ganador).
Por estos intentos fallidos fue apodado como "el
eterno segundo" y "el eterno candidato". El
lector puede comprender ahora el porqué del título del
artículo.
Su último
intento para poder aspirar a ser finalista del
campeonato del mundo se produjo en 1965, pero fue
eliminado por Spassky en cuartos de final. Tras este
duro revés decidió no volver a participar en los
torneos interzonales, y por ende en los de
candidatos, volcándose en lograr buenos resultados en
otros torneos. Pero Keres ya no tenía el arrojo de la
juventud, contaba con 52 años y las energías le iban
abandonando. El mismo llegó a reconocer que en esa época
buscaba tablas rápidas en muchas partidas para ahorrar
fuerzas y conseguir que los torneos no se le hicieran
demasiado largos. No hay que olvidar que su carrera había
comenzado 30 años atrás y había disputado un gran número
de competiciones.
Los reveses sufridos en el
campeonato del mundo (si se le puede llamar revés a
quedar 2º en un torneo de candidatos) influyeron mucho
en la moral Keres y su estilo sufrió un profundo
cambio. Pasó de ser un jugador de ataque, siempre
dispuesto a realizar bellas combinaciones, a ser un
jugador posicional con el objetivo de mejorar sus
resultados. Por supuesto, este cambio no funcionó,
siempre que se ponen límites a la creatividad y al
talento las cosas no suelen salir bien. Creo
que es preferible recordar la época en que Keres era un
jugador atrevido y con ganas de crear belleza dentro de
un tablero y disfrutar reproduciendo sus partidas, en
las que se puede comprobar la profundidad de su estilo.
Podemos
definir a Keres como un excelente jugador de torneos, en
ellos logró cosechar sus mejores resultados y pudo dar
rienda suelta a las combinaciones que circulaban
constantemente por su cabeza. Tal vez en ellos no tenía
tanta presión como en la lucha por el campeonato del
mundo y se podía apreciar la verdadera magnitud de su
juego. Con su estilo de juego agresivo era capaz de
derrotar a cualquier rival, fuese quien fuese, algo que
hacía que fuese temido por sus rivales. Baste recordar
sus 3 triunfos en el Campeonato de la URSS, algo
realmente meritorio teniendo en cuenta la feroz
competencia existente: Botvinnik, Bronstein, Smyslov,
Petrosian, Geller, Tahl... (Ver
Palmarés).
Keres trató de aportar su
granito de arena al mundo del ajedrez y lo consiguió
dejando un amplio legado en forma de varios libros y
multitud de artículos en revistas especializadas. Llegó
a dirigir la revista de ajedrez "Eesti Male".
Además también compuso geniales estudios artísticos
donde pudo dar rienda suelta a su fértil imaginación.
Recibió el Título de "Maestro emérito
de deportes de la URSS", tras ser entrenador y analítico
del equipo soviético.
En la
actualidad se juegan dos torneos en su memoria, ambos
con el mismo nombre: Memorial Keres. El más antiguo se
disputa en Vancouver (Canadá), lugar donde Keres jugó
su último torneo (falleció a causa de un infarto al
corazón durante el viaje de vuelta, tras haber logrado
la victoria). El otro lugar donde se rinde recuerdo a su
memoria es Tallin, la capital de Estonia, torneo que
reúne a los mejores jugadores del mundo año tras año.
Podéis ver los vencedores de ambos torneos en la
sección de palmarés: Tallin
- Vancouver.
Keres recibió sepultura en Estonia y a su entierro
acudieron 100.000 personas. La importancia de este
jugador en su país era tan grande que publicaron un
sello con su cara y emitieron un billete de 5 krooni con
su retrato. Nunca se ha hecho algo parecido por otro
jugador de ajedrez.
Todos sus rivales
le definían como un caballero en el tablero y fuera de
el. Esto le hizo todavía más popular entre la afición
del mundo del ajedrez y fueron muchos los que desearon
que consiguiese llegar a ser campeón mundial. Pocos
jugadores han tenido una carrera tan plagada de éxitos
y se han mantenido durante tantos años en la élite del
ajedrez (consiguió estar entre los 10 primeros del
mundo durante 34 años, desde 1937 a 1971).
Las estadísticas
de Keres son: victorias 952, tablas 794, derrotas 188;
promedio 69'80 % (el promedio se saca de sumar victorias
y tablas, y dividirlo por las partidas
totales).
Para terminar, veamos algunos
ejemplos del talento del 'Rey' Keres:
Javier
Cordero Fernández
(26
Junio 2004)
Keres
- Gilfer, Munich 1936
Keres
- Fine, Ostende 1937
Klundt
- Keres, Bamberg 1968
Blumenoff
- Keres, Tallinn 1933
Keres
- Szabo, Budapest 1955
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(VER)
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(VER) |
BIBLIOGRAFÍA
"El
camino hacia la cumbre"
- Paul Keres
"En
busca de la perfección" -
Paul Keres y John Nunn
"Mis
geniales predecesores II" -
Gary Kasparov
"Larousse
del ajedrez"
"Keres
(222 partidas)"
|